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  • El informe Perspectivas económicas de América Latina ofrece un panorama económico regional, así como un análisis de temas relevantes para el desarrollo económico y social de la región. Desde su comienzo, cuando la primera edición del informe fue lanzada en el marco de la Cumbre Iberoamericana en noviembre de 2007 en Santiago de Chile, el informe ha brindado una nueva herramienta que contextualiza el desempeño latinoamericano respecto al de otros países y regiones del mundo, ofreciendo algunas experiencias y buenas prácticas a los policy makers de la región.

  • En la década pasada, América Latina registró una expansión económica que fue acompañada por importantes avances en materia de reducción de la pobreza. Entre 2003 y 2012 la región experimentó un crecimiento promedio anual del 4.0%, a pesar de la contracción registrada como consecuencia de la crisis financiera internacional (2008-09). Dicho crecimiento se debió principalmente a un escenario internacional favorable, marcado por un rápido crecimiento del comercio mundial y un incremento en los precios de las materias primas, que resultó en términos de intercambio por demás positivos para la región.

  • El presente informe ha sido elaborado en conjunto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la CAF, banco de desarrollo de América Latina, y el Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

  • Las condiciones macroeconómicas resultan menos favorables para la región: Tras una década de crecimiento sólido, las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe se presentan complejas, principalmente como consecuencia de tres factores: la reducción en el volumen comercial, la moderación de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las condiciones financieras y monetarias globales. Esto es consecuencia del débil crecimiento económico de la zona euro, del menor dinamismo de la economía china y del impacto de un eventual endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos. Si bien el aumento de la demanda interna podría compensar en parte la pérdida de impulso de la demanda externa, muchas de las economías latinoamericanas están convergiendo hacia su PIB potencial después de una fase expansiva del ciclo económico, por lo que un aumento en los estímulos a la demanda interna podría generar mayores desequilibrios. Al mismo tiempo, experiencias anteriores de la región apuntan a la necesidad de monitorear la expansión del crédito y la sostenibilidad del gasto público.

  • El escenario externo se presenta menos favorable para la región debido a una reducción en el volumen del comercio global, la moderación en los precios de las materias primas y una mayor incertidumbre en torno a las condiciones financieras internacionales.

  • América Latina enfrenta un periodo de moderación de sus tasas de crecimiento, causado por una menor demanda externa y las limitaciones estructurales de sus economías. Si bien esta moderación por ahora no es dramática, hay razones para considerarla como persistente en ausencia de acciones de política que eleven la capacidad de crecimiento de las economías de la región. Ante este escenario, este capítulo analiza tres aspectos relevantes, así como las políticas pertinentes para reducir las vulnerabilidades asociadas. Primero, documenta los cambios en el contexto exterior y sus consecuencias para la dinámica de la demanda externa, algunas vulnerabilidades que surgen del patrón de especialización comercial de la región y los límites de la demanda interna como fuente para sostener el proceso de crecimiento. A su vez, en un contexto de alta incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria en Estados Unidos y la liquidez en los mercados de capitales internacionales, se analizan los potenciales riesgos para la estabilidad financiera y económica en los sistemas financieros de la región. Finalmente, se estudia la evolución de la política fiscal y el espacio fiscal. El tipo de instituciones y reglas que puedan facilitar la creación de dicho espacio fiscal de manera sostenible resultan de particular importancia para las economías latinoamericanas. En este sentido, más allá del incremento en el volumen, resulta también importante fortalecer la eficiencia y efectividad de las inversiones públicas para poder enfrentar las nuevas necesidades y demandas.

  • Este capítulo analiza la influencia del contexto global contemporáneo, caracterizado por el desplazamiento de la riqueza global hacia el mundo emergente, sobre el desarrollo económico en América Latina. En primer lugar, ilustramos las principales características de este desplazamiento, en el que China juega un papel esencial. A continuación, evaluamos la participación de América Latina en este proceso, así como algunas de las consecuencias que se derivan sobre su modelo de desarrollo. En este sentido, el nuevo contexto económico global configura un entorno especialmente complejo para que América Latina avance en su transformación estructural, supere la trampa del ingreso medio y logre un crecimiento más inclusivo. Por último, y ante la posibilidad de que este escenario global no cambie radicalmente en el futuro próximo, aportamos varias opciones de política que pueden facilitar una inserción internacional más favorable al desarrollo de la región: la consecución de una estructura productiva más diversificada, la profundización del mercado regional, y la captura de valor agregado en la cadena productiva.

  • El desarrollo implica cambios económicos, sociales y políticos. Dentro de este proceso, la productividad y el cambio de la estructura productiva guardan estrecha interrelación con otras áreas de la economía y la sociedad. La convergencia tecnológica y de ingresos por habitante requiere moverse hacia estructuras productivas más diversificadas, complejas y con mayor contenido tecnológico y de conocimiento, que permitan avanzar en la mejora de la productividad y reducción de la heterogeneidad estructural. La construcción de capacidades endógenas y la reducción de las brechas económicas y sociales son procesos complementarios que requieren la acción de políticas públicas. Así, las políticas industriales, tecnológicas y de formación de capacidades son necesarias para alcanzar dichos objetivos. Por consiguiente, en los países de América Latina, las políticas de diversificación productiva junto a las políticas industriales y de innovación están llamadas a ocupar una posición central en la nueva estrategia de desarrollo. Es necesario que la agenda para el desarrollo priorice políticas de largo plazo que se orienten hacia estructuras productivas más intensivas en conocimientos e innovación, y donde la sostenibilidad social y ambiental sean objetivos prioritarios de las mismas.

  • La logística, definida como el proceso necesario para transportar los bienes y servicios desde el punto de producción hasta el consumidor final, es un factor determinante para el desarrollo y la competitividad. La mejora de un escalafón del desempeño logístico lleva en promedio a una ganancia en productividad laboral de cerca del 35%. Esto es fundamental para América Latina y el Caribe, ya que persiste un rezago considerable con las economías de la OCDE y la proporción de exportaciones intensivas en logística y sensibles al tiempo es más del triple que la de los países de la OCDE. Es necesaria la aplicación de una variedad de políticas que reduzcan los costos de transporte que son, en proporción a los aranceles, muy superiores con respecto a otras regiones. La reducción paulatina de la brecha en infraestructura de transporte es esencial. Sin embargo, en el corto plazo, con el fin de mejorar el desempeño logístico y la competitividad, se debe aprovechar al máximo la infraestructura existente a través de soluciones “blandas”, tales como la provisión de servicios modernos de almacenamiento, la eficiencia en los procesos aduaneros y de certificación así como la integración de las tecnologías de información y de las comunicaciones para la logística.