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  • Perspectivas económicas de América Latina 2019 analiza cuestiones relativas al desarrollo sostenible e incluyente en América Latina y el Caribe (ALC). Desde su primera edición en noviembre de 2007, este informe anual compara el desempeño de ALC con el de otras regiones, analiza los principales retos del desarrollo y plantea recomendaciones, experiencias y buenas prácticas para la elaboración de políticas públicas.

  • Perspectivas económicas de América Latina 2019 presenta una nueva estrategia para seguir apoyando la transición de América Latina y el Caribe (ALC) a un desarrollo incluyente y sostenible. Un componente central de la estrategia es la conciencia de que los retos y las oportunidades de desarrollo en ALC han evolucionado en gran medida con el progreso de la región. En consecuencia, el sistema de cooperación internacional para el desarrollo deberá seguir innovando para respaldar a los países en la búsqueda de sus objetivos de desarrollo y, en particular, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

  • Renovar la cooperación internacional puede facilitar mayor desarrollo incluyente y sostenible para todos los habitantes de América Latina y el Caribe (ALC). Hoy, los retos nacionales y mundiales convergen en gran medida, en tanto que los vínculos entre las políticas internas y el escenario global siguen en aumento. Ante este contexto cambiante, el informe Perspectivas económicas de América Latina 2019 insta a incrementar las capacidades institucionales y actualizar el sistema de cooperación internacional para el desarrollo a fin de que se adapte mejor a las nuevas realidades. Esta reflexión es necesaria para sustentar con éxito los objetivos nacionales de desarrollo y las iniciativas internacionales para promover los bienes públicos regionales y globales, y para alcanzar los objetivos universales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

  • Perspectivas económicas de América Latina 2019 presenta una nueva estrategia llamada “Desarrollo en transición” (DiT, por sus siglas en inglés), para apoyar el avance de América Latina y el Caribe (ALC) hacia un desarrollo incluyente y sostenible. Ello representa la oportunidad de avanzar hacia los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) al repensar el concepto de desarrollo, las estrategias que los países deben adoptar y la función de la cooperación internacional para facilitar estos esfuerzos. Frente a un contexto cambiante tanto a nivel nacional como global, el DiT destaca la necesidad de aumentar las capacidades institucionales internas y adoptar modalidades más innovadoras de cooperación internacional para el desarrollo. Esto debería apoyar tanto los objetivos nacionales de desarrollo como los esfuerzos internacionales para promover los bienes públicos regionales y mundiales.

  • La región de América Latina y el Caribe (ALC) experimenta una leve recuperación económica. Sin embargo, las tasas de crecimiento actuales son menores que las de la década anterior y resultarán insuficientes para cerrar la brecha de ingresos con las economías más avanzadas. El panorama macroeconómico general sigue mostrando una considerable heterogeneidad entre los países de la región. Esta heterogeneidad resalta las diferencias en la exposición a impactos externos, principales socios comerciales, el espacio para políticas de demanda, los diferentes marcos de políticas, así como los impactos idiosincrásicos de la oferta. El contexto internacional presenta varios riesgos para la región, y el crecimiento económico actual no basta para defender los logros socioeconómicos de la década anterior, por lo que la reducción de la pobreza y la desigualdad queda en suspenso. Este desempeño socioeconómico resalta los retos estructurales, tanto nuevos como persistentes, que enfrenta la región. El bajo crecimiento económico potencial, las tasas de desigualdad persistentemente elevadas y los crecientes niveles de pobreza son todos síntomas de trampas del desarrollo.

  • Este capítulo ilustra las limitaciones del ingreso per cápita como una medida del desarrollo en América Latina y el Caribe. Las tendencias en el ingreso per cápita muchas veces no reflejen plenamente los cambios en otros aspectos del desarrollo. Países con niveles similares de ingreso per cápita muestran un desarrollo muy diferente. Esto es especialmente cierto para los países con ingresos medios y medios altos, como la mayoría de los países de América Latina y el Caribe. Este capítulo comparan las tendencias actuales y de largo plazo en el ingreso per cápita con otros indicadores de bienestar regionales, nacionales y subnacionales. También se analiza la importancia de elaborar estadísticas adaptadas que reflejen mejor los niveles de vida de las personas para perfeccionar el diseño, la aplicación y el seguimiento de la política pública para el desarrollo.

  • Existen diversos síntomas que sugieren que los países de América Latina y el Caribe (ALC) enfrentan una serie de “nuevas” trampas del desarrollo que dificultan un mayor crecimiento incluyente y sostenible. Si bien estas trampas reflejan algunas debilidades estructurales, son resultado en buena medida del avance hacia niveles más altos de ingresos, que hace que afloren nuevos retos para el desarrollo. Esto destaca la importancia para ALC del enfoque de “desarrollo en transición”. Las trampas del desarrollo son círculos viciosos que limitan la capacidad de los países de ALC para avanzar hacia mayores niveles de desarrollo. En este capítulo se destaca la existencia de cuatro principales trampas del desarrollo: la trampa de la productividad, la trampa de la vulnerabilidad social, la trampa institucional y la trampa ambiental. Estas trampas están interrelacionadas, y han cobrado importancia en un contexto mundial que cambia con rapidez y que plantea retos nuevos y cada vez más complejos. Superar estas trampas y convertir los círculos viciosos en círculos virtuosos permitirá a ALC emprender un camino de mayor desarrollo sostenible y mayor bienestar para todos.

  • En este capítulo se destaca la necesidad de aumentar las capacidades nacionales para superar las trampas del desarrollo y, por consiguiente, mejorar el bienestar de los ciudadanos. Un punto de partida fundamental son los planes nacionales de desarrollo (PND), que priorizan las políticas y adoptan un enfoque integral y bien organizado. Aunque estos planes son específicos para cada país, tienen objetivos y retos comunes en lo que respecta a su diseño y ejecución. En este capítulo se destaca la importancia de mejorar y aumentar el gasto público para la ejecución exitosa de esos planes. Se insiste en que los PND deben abrirse camino de forma efectiva en la economía política. Por último, el capítulo se centra en la necesidad de incrementar los recursos domésticos con el propósito de financiar un desarrollo sostenible y durable, considerando la función de la tributación, los mercados financieros, los bancos nacionales de desarrollo y las asociaciones público-privadas.

  • Este capítulo presenta tres dimensiones para repensar la cooperación internacional como facilitadora de apoyo a los países de América Latina y el Caribe (ALC) en sus trayectorias de transición hacia el desarrollo sostenible. La primera dimensión considera redefinir la gobernanza internacional con base en una mayor inclusión. En este sentido, se insta a los países de todos los niveles de ingresos a construir alianzas con diversos actores en condiciones de igualdad. La segunda dimensión contempla fortalecer las capacidades institucionales. En efecto, se resalta la importancia de las estrategias nacionales y se refuerza la necesidad de generar capacidades internas para la priorización, implementación y evaluación de los planes de desarrollo, a la vez que se propende por una articulación de las prioridades nacionales e internacionales para garantizar que los países mantengan su intervención en la agenda global. La tercera dimensión sugiere ampliar las herramientas de cooperación para incluir el intercambio de conocimiento, los diálogos de política multilateral, el desarrollo de capacidades locales y la cooperación en las áreas de ciencia, tecnología e innovación. Ampliando las modalidades de la cooperación internacional se incluyen múltiples actores, entre ellos diferentes ministerios en un enfoque de “gobierno completo”. Este capítulo hace un llamado a continuar los análisis de opciones concretas con los países de ALC para implementar estas tres dimensiones.

  • Este capítulo presenta un breve diagnóstico de algunos retos económicos, sociales, ambientales e institucionales presentes en la zona del Caribe y se sugieren algunas posibles acciones de política para hacerles frente. Primero, se revisan algunos temas económicos clave relacionados con la falta de competitividad, los déficits comerciales y la alta deuda de la región, lo cual a su vez reduce el espacio fiscal y su inversión pública. En la siguiente sección se evalúa el rezago en inversión social y la necesidad de afrontar la pobreza y la desigualdad, el desempleo entre los jóvenes, la educación deficiente, la falta de protección social, la mejora de la atención a la salud y la asistencia social, el envejecimiento de la población y la desigualdad de género. En el capítulo se describe también la vulnerabilidad ambiental de la región del Caribe debida a sus características geoecológicas, la distribución de su población y su actividad económica, y se analizan las dificultades relacionadas con la adaptación al cambio climático, los recursos hídricos y la gestión de residuos sólidos, la transición energética y el transporte sostenible. Asimismo, se evalúa la situación institucional al explorar el contenido de los planes de desarrollo, los objetivos estratégicos y los problemas referentes al acceso a subsidios y recursos en condiciones favorables debido a su graduación como Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID). Tanto las acciones locales como las globales contribuyen a superar estos retos y a garantizar un mayor crecimiento económico incluyente y sostenible.