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  • Las Perspectivas económicas de América Latina analizan cuestiones relativas al desarrollo sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe (ALC). Desde su primera edición en noviembre de 2007, este informe anual compara el desempeño de América Latina y el Caribe con el de otras regiones, analiza los principales retos en materia de desarrollo y plantea recomendaciones, experiencias y buenas prácticas para la elaboración de políticas públicas.

  • El informe Perspectivas Económicas de América Latina 2020 aborda la transformación digital como una oportunidad para superar las trampas del desarrollo a las que se enfrenta la región, las cuales se han visto acentuadas durante la pandemia del Covid-19. Esta transformación está afectando las trayectorias del desarrollo en todo el mundo, y en América Latina y el Caribe ofrece oportunidades para acelerar el desarrollo.

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    El informe Perspectivas económicas de América Latina 2020 aborda el papel de la transformación digital como herramienta para fomentar el desarrollo de la región, en especial en el contexto de la actual crisis del Covid-19, y hace hincapié en la trascendencia de las alianzas internacionales para aprovechar los beneficios de dicha transformación. También presenta los desafíos macro-estructurales, en la situación actual de pandemia, e insta a la adopción de mayores medidas en el plano nacional y en el internacional.

  • El informe Perspectivas económicas de América Latina 2020: Transformación digital para una mejor reconstrucción (LEO 2020, por sus siglas en inglés) analiza y ofrece mensajes en materia de políticas públicas que buscan aprovechar la transformación digital para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible en la región, en particular en el contexto de la actual crisis del coronavirus (Covid-19). En este resumen se ofrece una síntesis de los resultados y mensajes principales de este informe. En primer lugar, la publicación examina las implicaciones socioeconómicas de la crisis del Covid-19 en la región y la forma en que está agravando las vulnerabilidades existentes. Asimismo, pone de manifiesto la trascendencia de la transformación digital para superar las trampas del desarrollo de América Latina y el Caribe (ALC). Posteriormente, analiza el potencial de la transformación digital para: 1) mejorar la diversificación y el crecimiento de la productividad; 2) promover la inclusión y el bienestar; y 3) reforzar las instituciones públicas y mejorar la gobernanza. Por último, examina la importancia que reviste reforzar nuevas alianzas internacionales para aprovechar las ventajas de la transformación digital.

  • La crisis del coronavirus (Covid-19) ha tenido un impacto excepcional, inesperado y exógeno en América Latina y el Caribe, donde la mayoría de los países ya padecían un crecimiento casi nulo. La región se enfrenta a esta crisis con claros desafíos estructurales, como la vulnerabilidad de la clase media, desigualdades permanentes, atrasos en materia de productividad y un espacio fiscal reducido limitando el margen fiscal. Los persistentes obstáculos estructurales reducen las posibilidades de lograr una rápida recuperación. En la región más desigual del mundo, la disminución de la desigualdad en algunos países se ha estancado, y se prevé un aumento de la pobreza y la indigencia debido a la pandemia. Ante tal coyuntura, se han introducido medidas innovadoras y efectivas para contener los daños aunque, para conseguir una recuperación sostenible, serán necesarios más esfuerzos a escala tanto nacional como internacional. Las ventajas que ofrece la transformación digital han quedado patentes durante la crisis, pero solo para algunas empresas y ciudadanos. Si se resuelven adecuadamente las carencias en materia de cobertura, acceso y uso, la transformación digital desempeñará un papel esencial en la recuperación económica, además de ofrecer la posibilidad de superar desafíos persistentes y estimular un desarrollo más sostenible e inclusivo.

  • Desde la década de los años cincuenta, la productividad ha ido cayendo en América Latina y el Caribe (ALC) en comparación con los países de la OCDE. Esta creciente brecha se debe a una estructura productiva basada en los recursos naturales y en la abundancia de mano de obra poco calificada, lo que se traduce en un bajo valor agregado. Las grandes diferencias de productividad existentes dentro de los sectores y empresas ponen de manifiesto una estructura productiva heterogénea. Estas dificultades estructurales podrían verse amplificadas por la crisis del Covid-19. La transformación digital podría ayudar a los países a hacer frente a la pandemia mejorando la productividad y la eficiencia y diversificando la matriz productiva. Sin embargo, su impacto neto dependerá de las políticas que se adopten y del desarrollo de factores indispensables y complementarios, como las infraestructuras de las comunicaciones, la conectividad del transporte y las competencias y capacidades digitales.

  • El acceso y uso de herramientas digitales en América Latina y el Caribe puede tener un fuerte impacto en la inclusión. Las herramientas digitales, como Internet, presentan una distribución menos desigual que los ingresos y otros servicios públicos. A pesar de una significativa reducción de las desigualdades socioeconómicas, de género, de edad y geográficas, las políticas públicas deben centrarse en cerrar las brechas que aún persisten. En este capítulo se describen los avances y las tendencias en torno al acceso a Internet y su uso en el hogar, el trabajo y los centros educativos. Se presentan asimismo los efectos potenciales de la transformación digital en el futuro del trabajo y se evalúan las habilidades digitales de la fuerza de trabajo actual. También se analiza el papel de los centros educativos en la era de la digitalización y el fomento de la inclusión digital. Por último, en el contexto de la crisis del coronavirus (Covid-19), se constata que la brecha digital de la región la hace vulnerable y, de no aplicar las políticas adecuadas, las desigualdades podrían acrecentarse. En este contexto, la inclusión digital debe entenderse necesaria para garantizar el bienestar social.

  • El incremento de la desconfianza en las instituciones públicas y de la insatisfacción con los servicios públicos en América Latina y el Caribe indica un debilitamiento del pacto social, que podría deteriorarse aún más por el impacto del coronavirus (Covid-19). La transformación digital constituye una oportunidad única para mejorar el funcionamiento y la calidad de los servicios públicos. Si bien deben tenerse en cuenta riesgos institucionales que están surgiendo, avanzar hacia gobiernos digitales puede ayudar a las instituciones públicas a ser más creíbles, más eficaces, más inclusivas y más innovadoras. La transformación digital incide en un amplio rango de políticas públicas, por lo que debe formar parte de un marco integral como el que representan las estrategias nacionales de desarrollo, que permita aprovecharla al máximo y garantizar la coherencia en su avance. Vincular las estrategias digitales con los planes nacionales de desarrollo resulta crucial para armonizar la labor de digitalización con objetivos de desarrollo más amplios a largo plazo.

  • Dado que la digitalización genera oportunidades y desafíos que trascienden las fronteras, la cooperación internacional es una dimensión clave para aprovechar al máximo la transformación digital en el ámbito local, nacional e internacional. En este capítulo se describe cómo la adopción de un modelo renovado de cooperación internacional puede ayudar a los países de América Latina y el Caribe a aprovechar la transformación digital para promover su desarrollo sostenible. En primer lugar, se examina cómo la cooperación digital ha ayudado a los países de América Latina y el Caribe a desarrollar sus capacidades internas para superar los desafíos de las trampas del desarrollo, promoviendo así un enfoque multidimensional de desarrollo y armonizando las prioridades nacionales e internacionales. Posteriormente, se analiza cómo la creación de un mercado digital regional puede ayudar a ALC a capitalizar su potencial digital, mediante la armonización de estrategias, la articulación de todos los niveles de desarrollo digital y la participación de múltiples actores en un diálogo regional de políticas sobre temáticas digitales. Para ello, los países de la región pueden basarse en experiencias internacionales como la estrategia digital de la Unión Europea. Por último, los países latinoamericanos también pueden aprovechar su plena participación en iniciativas multilaterales para abordar los desafíos derivados de la digitalización, en particular los desafíos fiscales que surgen en torno a la digitalización de la economía.

  • En el presente capítulo se analizan los principales desafíos a los que se enfrentan los países del Caribe para promover la transformación digital y se resume el impacto de la crisis del Covid-19 en estas economías. En particular, se analizan las estrategias digitales regionales y nacionales, centrándose en las principales dimensiones, como la infraestructura de la comunicación, el gobierno digital y la seguridad digital, al tiempo que se ponen de manifiesto las disparidades existentes entre los países y dentro de ellos. Para aprovechar al máximo la transformación digital, los países deben aplicar eficazmente las estrategias digitales nacionales y aumentar la cooperación y coordinación subregionales en materia de políticas de información y comunicaciones, infraestructuras de banda ancha, sistemas de gobierno electrónico y políticas destinadas a utilizar herramientas tecnológicas para gestionar y prevenir catástrofes naturales.